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IMAP o POP3: Diferencias entre los dos protocolos de correo electrónico

Siempre (o casi siempre) que te dispones a configurar un correo electrónico en tu gestor de emails, llega un punto en el que debes indicar si utilizar IMAP o POP3. Si sabes que implicaciones tiene cada uno, la respuesta será muy sencilla, ya que de este modo sabrás lo que te interesa. En este artículo vamos a tratar de explicar, de una forma muy sencilla, en qué consiste cada uno y ayudarte a decidir por uno u otro.

¿Es mejor IMAP o POP3?

En realidad la discusión no es si un protocolo es mejor que otro, simplemente depende de tus necesidades o preferencias. Vamos a comenzar por explicar el protocolo IMAP.

IMAP son las siglas de Internet Message Access Protocol, y su definición más rápida es que se trata de un protocolo que nos permite el acceso a emails almacenados en un servidor de internet. En otras palabras, para utilizar IMAP y consultar nuestros correos necesitamos una conexión a internet activa ya que, como decíamos, los emails siempre permanecen en el servidor y no son descargados a nuestro equipo o dispositivo.

La principal desventaja de este protocolo es justamente esa (la necesidad de estar conectados a internet), pero por otro lado, nos ofrece la posibilidad de configurar nuestro email en distintos dispositivos, y tener en todos ellos una sincronización completa en tiempo real.

Otro detalle importante a tener en cuenta en IMAP es que, como los correos en realidad se encuentran en el servidor, debemos recordar que tendremos que gestionarlos (borrarlos, transferir a nuestro equipo los que queramos conservar, etc) ya que la capacidad del servidor será limitada, y corremos el riesgo de llegar a su límite.

¿Cómo funciona POP3 y en que se diferencia de IMAP?

POP3 son las siglas de Post Office Protocol, y como nos podemos imaginar, su funcionamiento básico es lo contrario a IMAP: mientras que en IMAP los correos permanecen en el servidor, POP3 lo que hace es descargarlos al dispositivo del usuario, por lo que no se requiere de una conexión a internet constante. Como es lógico, sí es necesaria dicha conexión para la descarga de los mismos, pero después podemos trabajar de forma offline.

Para poder disponer de los correos en diferentes equipos, se suele configurar nuestro cliente de correo de forma que mantengan los emails en el servidor durante unos días antes de borrarlos, para asegurarnos que todos nuestros dispositivos pueden descargarlos. Desde luego esta sincronización no es en tiempo "tan" real como la que hace IMAP.

Otra desventaja es que será necesario que contemos en nuestros dispositivos con capacidad de almacenamiento suficiente para albergar los correos descargados. Por contra, con POP3 es más difícil que lleguemos a alcanzar el límite de capacidad del servidor ya que, como indicábamos se borran del servidor transcurridos unos días.

Conclusiones

Es decisión de cada uno decidir qué protocolo cubre mejor sus necesidades. Quizás en el mundo actual en el que disponemos de tantos dispositivos (ordenador, smartphone, tablet, smartwatch, etc) el más conveniente pensando en una óptima sincronización sea IMAP, aunque, como es lógico, dependerá de cada caso concreto.

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